¡Hola, leales orbitales, y trekkies irreductibles!. Bienvenidos a nuestro comentario del episodio 8 de esta primera temporada de Star Trek Discovery, "Si Vis Pacem, Para Bellum" (una antigua cita romana, que afirmaba que si quieres la paz, mejor ten a mano una cachiporra bien gorda, más o menos).
Y cachiporrazos hay unos cuantos, en este episodio, donde vamos a tener una exploración planetaria al más puro estilo Star Trek: en este caso al planeta Pavan, con equipo de exploración al viejo estilo, primer contacto con entidades fosforescentes, conflictos con la Primera Directiva, y algo que se tuerce, concretamente un Saru, siempre tan cabal, al que, esta vez, su interacción con el planeta va a terminar desquiciándolo a base de bien. No es el único, porque en el Discovery, a Stamets, de tanto meterse jugo tardígrado en las venas se le están empezando a salir los taquiones por la pata abajo...
Por otro lado, también tenemos más intriga traicionera klingon, en esta ocasión, sobre los hombros de nuestra interrogadora klingon favorita, L'Rell, que en este caso puede que termine haciendo buenas migas con nuestra pobre almirante Cornwell (o que se la cargue, que a los escritores de Discovery no hay nada que más les guste que un buen giro de guión... O dos).
En resumen, un episodio que, merced a las acciones algo temerarias de los pavanos, nos encamina hacia un midseason finale prometedor... Como nosotros, que os prometemos volver la semana que viene para comentar el susodicho midseason finale. Have fun!
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